dimecres, 30 novembre, 2016 - 17:30
El viernes por la noche, Xoel López se presentó en La Capsa para ofrecer algo diferente. Sin su banda, apareciendo solo sobre el escenario, con la pinta de ser un tipo que solo pasaba por allí. Nada más lejos de la realidad.
Esta noche el coruñés parecía invitarnos a dar un paseo, llevándonos de la mano por un recorrido de canciones que hablan de encuentros y desencuentros, de gente que va y viene y de historias corrientes que escarban en la condición de seres que tropezarán siempre con la misma piedra.
Xoel no sólo ofreció canciones de su último disco Paramales. En esta versión de concierto íntimo fue saltando de tiempo y nombre en su historia con la música. De Todo lo que merezcas, Patagonia o A Serea o Mariñeiro de su último disco fuimos retrocediendo hasta Hombre de Ninguna Parte o Tierra de Atlántico y un poquito más hasta canciones de Deluxe y Lovely Luna. Acompañándose de guitarra y piano, como cuando tocó De Vino y Espejos, un ukelele y la inestimable colaboración de Antonio, o Antoni, como le llama Xoel desde su traslado a tierras catalanas, que hasta se animó a cantar una canción a dúo.
Por momentos era como estar en A Coruña, de cara al Atlántico, soplando frío y notando el mar bien cerca. Así hasta que le tocó el turno a La Gran Montaña, una canción especial, pues tiene mucho de Xoel pero también huele a Mediterráneo. Supongamos que al final todos los mares se parecen, y aquellos que vivimos de cara al mar estamos tocados por el mismo genio.
Dídac Rocho
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