Octubre 2017
Dentro del ideario idílico independentista, el próximo 1 de octubre se acabarán todos los problemas de los catalanes. Las listas de espera de la sanidad, la educación, los problemas de vivienda o la falta de liquidez serán un mal recuerdo de aquella facinerosa España. Incluso casi por arte de magia habrá más trabajo, subidas de sueldos y viviremos más años.
Todas estas tonterías harían gracia si no fuera por el gran problema que han provocado estos descerebrados. No me refiero, que también, a la mayor crisis institucional de nuestra democracia, sino a algo más peligroso: la división de la sociedad catalana. No conseguirán romper a España, la gran mayoría de catalanes no estamos por la labor, pero han conseguido romper la convivencia. Muchas familias han dejado de hablar del tema para evitar problemas e incluso se han llevado por delante más de una
amistad. Esperemos que se quede aquí la cosa y no haya males mayores.
La aprobación de leyes con técnicas dictatoriales de nada les va a servir. La justicia y el estado de derecho los pondrán en su sitio. El 1 de octubre no será el final de nada, ni habrá referéndum, ni independencia, ni romperán España. Por eso, nosotros, a lo nuestro. ¡Feliz Fiesta Mayor!
Miguel Ángel Ochoa Oliva
Tel. 653 936 713
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