Estiu 2017
Hace unos días observamos, ante nuestra atónita mirada, cómo empezaban a realizar las primeras demoliciones en el teatro de l’Artesà. Independientemente de que es un proyecto no apoyado al 100 % por la ciudadanía, lo que nos llamó la atención fue que, teniendo conocimiento de la existencia de nidos de vencejo, especie protegida por ley en época de nidificación, por lo que recomiendan no hacer intervenciones hasta que acaban su proceso de cría —sobre el 15 de agosto—, y que es una gran consumidora de mosquitos, por lo que realiza una gran labor medioambiental para el control de estos insectos tan molestos para todos, se permitiera intervenir justo en la misma fachada donde se encuentran sus nidos. La ley es clara y cito textualmente el Decreto Legislativo 2/2008, del 15 de abril, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de protección de los animales y que en su artículo 33.2 dice: “Respecto a las especies migratorias, se prohíbe especialmente la perturbación de los
espacios de concentración, cría, muda, hibernación y descanso”. Gran parte de nuestro equipo de gobierno debería tener una gran sensibilidad medioambiental, haciendo apología de las siglas que representa, y nos preguntamos: y ahora, ¿deberemos custodiar el teatro de l’Artesà con dos guardias forestales para protegerlo de este Ayuntamiento?
Cristina Simón Molina
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