El engaño de la Agenda 2030

Gener 2025

Negar la existencia del cambio climático sería absurdo. Pero ¿es correcto usarlo como excusa para implementar medidas restrictivas y disuasorias que solo parecen recaer sobre los ciudadanos de a pie? Hemos visto cómo en ciudades de más de 50.000 habitantes se han instaurado zonas de bajas emisiones. Esto ha forzado a muchas personas, con o sin recursos, a cambiar de coche.

También hemos aceptado con resignación medidas como el nuevo diseño de las botellas de plástico con tapones adheridos, , o el impuesto al plástico por productos de un solo uso. ¿La última idea? Una tasa de basuras. A partir del 25 de diciembre, la falta de reciclaje de residuos or-gánicos nos podría costar hasta 147 euros más al año en impuestos. Estas medidas podrían ser efectivas… si todos los países las aplicaran. Pero implementarlas únicamente en Europa es como intentar llenar un océano con un vaso de agua. La Agenda 2030, con sus buenas intenciones, parece justificar políticas que terminan empobreciendo a los ciudadanos.

Cambiar de coche, pagar impuestos verdes o reciclar orgánicos solo en Europa nos hace menos competitivos frente a países que no juegan con las mismas reglas. En un mundo globalizado, donde la competencia es feroz, esta falta de equilibrio internacional nos deja en desventaja. Ahora que llega la Navidad, hagamos un llamamiento a nuestros líderes. Exija-mos políticas medioambientales justas y equilibradas que se apliquen a nivel mundial. ¡Feliz Navidad! 

Miguel Ángel Ochoa Oliva