Desembre 2024
Sé que pedir perdón desde aquí no cambia nada, pero el comportamiento de los políticos ante la DANA y sus trágicas consecuencias ha dejado muy mal a esta vieja profesión que es la política.
Es cierto que los efectos del temporal probablemente hubieran sido los mismos y que las actuaciones preventivas debieron realizarse años atrás. Sin embargo, la actitud de quienes tenían la responsabilidad de gestionar la situación fue, sencillamente, vergonzosa. Algunos no supieron tomar las medidas adecuadas y la situación los desbordó; otros parecían más preocupados por las encuestas electorales que por atender a los damnificados.
Durante las primeras horas, muchos afectados sintieron el abandono de la administración, y por eso creo que todos los políticos, independientemente de nuestro nivel de responsabilidad, debemos pedir perdón y comprometernos a evitar que algo así vuelva a suceder.
Pero esta tragedia también nos ha dejado un atisbo de esperanza: hemos visto héroes anónimos, personas dispuestas a arriesgar su vida para salvar a sus vecinos y jóvenes liderando el esfuerzo de un país que se levanta, sin ideologías ni intereses personales, solo con el deseo de ayudar.
Gracias a todos por demostrar que, cuando las cosas van mal, somos capaces de ofrecer lo mejor de nosotros.
Miguel Ángel Ochoa Oliva